Cuando yo tenía 6 ó 7 años, el Credo era una oración difícil de aprender. Ya me sabía el Padre Nuestro y el Ave María, pero el Credo, más largo, más complicado, me parecía que era jugar en otra división. Mi hermana Clara se la sabía, sin equivocaciones, y yo la escuchaba admirado.

Años después supe que credo es creo, lo que los brasileños dicen acredito, y me fascinó que creo y crédito tenían la misma raíz. Credere.

En estos días el escritor Jaime Bayly ha dado a conocer algunos puntos de lo que serían sus propuestas de gobierno, en caso de postular a las elecciones. Una de ellas es sobre el trato igual a todos los credos y cortarle una subvención importante a la Iglesia Católica.

Las respuestas no se han hecho esperar, lamentablemente torpes, aunque vienen de personas con experiencia pública. Por ejemplo, el Obispo de Chimbote, Monseñor Bambarén, dijo que ha visto a Bayly besándose con otro hombre y midiéndole el pecho a una mujer, y que todo aquello lo descalifica moralmente, etc.

Personalmente non credo en que Bayly será candidato. Podría equivocarme, claro, y me sorprendería. Entre tanto, él dispara ideas a diestra y siniestra, algunas que dan que pensar y otras que no resultan serias. De cualquier forma, si se trata de responderle, quienes lo hagan deberían hacerlo con otras ideas y no pretendiendo descalificarlo con "argumentos" que no vienen al caso. Si van a jugar, que vayan a la pelota, no al jugador.